Una oración poderosa

La oración

Desde el punto de vista de la fe, es la acción de comunicarse con Dios. En la Biblia hace referencia a la oración eficaz; esto implica que hay un tipo de oración que no es eficaz.

Como ejemplo, imaginemos el caso que una persona se acerca a su jefe a pedir un aumento de salario o que se le considere para un ascenso. Esta solicitud será tenida en cuenta si quien la solicita ha demostrado ser un excelente empleado o si cumple a cabalidad con el perfil que se requiere para dicho cargo.

De la misma manera el Apóstol Pablo en su carta a Santiago está enfatizando que la oración eficaz debe estar precedida de una actitud correcta “confesaos vuestros pecados unos a otros” El Rey David también dijo: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.” (Salmo 66:18).

Una oración eficaz es el resultado de un corazón sano, sin prevenciones ni odios. ¿Cómo puedes obtener respuesta de parte de Dios, si le estás ofreciendo una oración contaminada por tus malos sentimientos? Tu oración no será completamente honesta y el Señor conoce los corazones de quienes levantan oración a Él.

Lo primero

debes estar a cuentas cortas con Dios, pedirle perdón por nuestros pecados, perdonar a quien nos ha ofendido o lastimado y así podrás experimentar la libertad y la confianza de dirigirte a Dios teniendo la certeza de ser escuchado, además de lograr la respuesta oportuna de parte de Dios para lo que pidas. Esa es una oración eficaz.

Lo siguiente es orar conforme a la voluntad de Dios, en 1ª. Juan 5:14-15 dice: “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” y esto implica involucrar la guía del Espíritu Santo (Romanos 8:27) Esa es una oración eficaz.

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